El cantante malagueño llenó la plaza de La Laboral en una de las paradas con motivo de su Tour Terral 2015

El aviso de galerna mantenía en vilo a Gijón en la tarde de ayer. Las previsiones no fallaron, salvo que en lugar de galerna lo que hubo fue terral, un viento cálido que proviene del sur. El causante no fue otro que Pablo Alborán. Tras varias horas de cola, las puertas de La Laboral se abrieron pasadas las ocho y cuarto de la tarde. Llegaron las primeras carreras para ver al cantante lo más cerca posible.

Cuando el reloj dio las diez y media, los fans del cantante malagueño comenzaron a gritar su nombre. “Pablo, Pablo” fue lo único que se escuchaba en La Laboral. Hasta que Alborán apareció en el escenario. Lo que hacía un momento era una masa de voces coreando su nombre se convirtió en gritos de locura.

El show comenzó con las canciones de su último disco, ‘Terral’. La primera de ellas, ‘Está permitido’, fue una invitación que Pablo Alborán lanzó al público para que disfrutasen con su música. Y vaya si lo hicieron. Durante dos horas el artista malagueño inundó Gijón con sus canciones, desde las que le lanzaron al estrellato con un sofá blanco hasta las de su último trabajo.

Tras un comienzo movidito, en el que fans y artista bailaron al unísono, Pablo Alborán se sentó al piano y la noche se calmó. Con ‘Ecos’ y ‘Recuérdame’ llegaron las primeras grandes ovaciones del concierto, aunque no serían las únicas. Después llegó un repaso a sus temas de siempre, en los que la guitarra estuvo presente. ‘El beso’, ‘Perdóname’ y ‘Te he echado de menos’ hicieron las delicias de los más de 6000 fans que llenaban La Laboral.

El momento más emocionante llegó pasada la mitad del show, cuando Alborán agradeció a los presentes su apoyo. “Gracias Gijón, habéis sido uno de los primeros sitios que ha creído en mí”, afirmó el malagueño. Acto seguido llegó ‘Gracias’, el tema que Alborán dedica a su ‘familia’ y que hizo que las pantallas se llenaran con las caras de sus seguidores.

En un concierto en el que el malagueño combinó sus temas más cañeros con sus baladas más profundas, tras el agradecimiento volvió el movimiento. Con ‘Éxtasis’ y ‘Volver a empezar’ Alborán se animó a mover sus caderas al ritmo de la música, haciendo las delicias de los fans.

En los bises Pablo Alborán mostró su lado más romántico. Con la única compañía de su guitarra, el malagueño entonó los primeros compases de ‘Solamente tú’, el tema que le hizo dar el salto a la fama hace ya cinco años. Tras ella, Alborán se puso flamenco con una canción de su Andalucía natal, para después dar paso a los dos últimos temas de la noche. Con ‘Vívela’, Pablo Alborán cerró una noche mágica en La Laboral. Ataviado con una bandera de Asturias a modo de bufanda, el malagueño terminó su concierto lanzando un mensaje de optimismo a sus fans. El huracán Alborán tocó tierra en Gijón y salió triunfante.